31.12.08

BALANCE LITERARIO DE AREQUIPA EN 2008


Por José Córdova

“El mejor libro de poesía del año”. “El mejor libro de cuentos del año”. “La mejor novela del año”. “El escritor revelación”, etc., etc., y etc. Ah!, esa ciega pretensión de clasificar los libros o sus autores como “los mejores del año…”. ¡Pamplinas!, este ejercicio clementepalmeano nos hace caer en una especie de meros encuestadores o ranqueadores de Agencia Publicitaria que sólo mide el consumo y no la calidad. Mejor, me parece, basta dar cuenta de los hechos y que la historia juzgue más adelante, pues lo otro es sólo gusto subjetivo y ya.

Antes de acabar el año, he estado revisando los libros publicados en Arequipa, y de escritores arequipeños que han sido publicados en otras latitudes, así como los diversos sucesos que han acontecido durante casi todo el año que nos deja. He aquí un pequeño recuento de casi todo lo que ha sucedido:

Balance de publicaciones:

De lo publicado durante el año y casi en orden de llegada tenemos: a mediados de mayo aparece Tela de juicio (Arequipa, Editorial Dragostea), cuarto libro del poeta Luis Ormachea, quien, por cierto, fue finalista el año pasado en el concurso COPÉ; en junio Bajas pasiones para un otoño azul (Lima, Ediciones COPÉ) de Luzgardo Medina Egoavil (tercer lugar del premio internacional COPÉ 2007); continúa Elogio de otra vana invención (Lima, Lustra Editores) primer libro de poemas de Carlos Eduardo Quenaya presentado los primeros días de julio en la bóveda del tradicional Zorba’s; continúa Frivola musa (Arequipa, Cascahuesos Editores) del iqueño Víctor Salazar; Las palabras no pueden expresar lo que yo experimenté entonces (Lima, AUB), una especie de antología o selección de poesía publicada e inédita de Oswaldo Chanove; y ya finalizando agosto aparece Lady Lazarus, de la Editorial Dragostea, una colección de seis poemarios de diversas escritoras del orbe: Sylvia Plath (Estados Unidos), Renée Vivien (Francia), Ana Blandiana (Rumanía), Sor Juana Inés de la Cruz (México), Alejandra Pizarnik (Argentina) y Mercedes Delgado (Perú); por otro lado, también aparece Postales (Arequipa, Cascahuesos Editores) del poeta José Gabriel Valdivia; luego en septiembre La gran cocina mestiza de Arequipa (no tengo datos del editor) del poeta Alonso Ruiz Rosas; y finalizando el mes aparece Retrato de una mujer malvada y otros poemas (Arequipa, Edición independiente) de la poeta Luz Vilca; en octubre aparece Humedales (Arequipa, Cascahuesos Editores) del chileno Javier Norambuena, y el primer tomo (y segunda edición a la vez) de 80m84rd3r0/Ground cero (Lima, Editorial Norma) de César Gutiérrez; y ya para finalizar el año, en diciembre aparece Para detener el tiempo (Arequipa, Editorial Dragostea), un libro compuesto de poesía, cuentos y una novela corta del cusqueño Jorge Vargas Prado; Antropología de la espuma (Lima, Hipocampo Editores) del poeta Jimmy Marroquín, y en los últimas días Sparagmos (Arequipa, Cascahuesos Editores & ASALTOALCIELO/editores) una especie de reestructuración de una parte de la obra del poeta Maurizio Medo. Mención aparte merecen la aparición de la revista Fosa Común del grupo literario “Domo de paja”, y la aparición de la obra teatral Al pie del Támesis (Lima, Alfaguara) y el ensayo El viaje a la ficción: El mundo de Juan Carlos Onetti (Lima, Alfaguara) de Mario Vargas Llosa.

Balance de actividades y sucesos:

No sólo vale la pena recordar las publicaciones, sino también algunos sucesos que en algunos casos lamentablemente sucedieron y en otras dejaron grandes alegrías en la colectividad: así por ejemplo, una noticia a fines de abril alegró el ambiente cultural de Arequipa: los resultados del XIII Premio Internacional COPÉ de poesía, pues Luzgardo Medina Egoavil había obtenido el tercer lugar en dicho certamen mientras que el poeta Luis Ormachea había sido finalista. Sin embargo, en mayo, una trágica noticia pasó absolutamente desapercibida, salvo para aquellos que conocíamos de alguna manera a Edmundo de los Ríos: este gran escritor y autor de Los juegos verdaderos “la novela que inicia la literatura de la revolución en Latinoamérica”, había fallecido en Lima, un domingo 11, día de la madre. Sólo recién después de casi un mes de su deceso aparecieron algunos homenajes póstumos (crónicas y testimonios). Luego, pasando a la otra mitad del año, en julio, el poeta José Ruiz Rosas fue homenajeado y nombrado miembro de la Academia Peruana de la Lengua. Y para ello se contó con la presencia de Ricardo Gonzáles Vigil de la Pontificia Universidad Católica del Perú y Marco Martos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Días después su hija Teresa Ruiz Rosas presentó su novela La falaz posteridad (Lima, Editorial San Marcos, 2007) mientras que desde Puno nos visitó Walter Bedregal para presentarnos (singularmente dos veces) su antología de poesía puneña Aquí no falta nadie (Juliaca, Grupo Editorial Hijos de la lluvia & LagOculto Editores). A inicios de agosto, el poeta cusqueño Odi Gonzales vino desde New York a presentar la reedición de sus poemarios Valle sagrado / Almas en pena (Lima, Ediciones del Santo Oficio, 2008) como actividad complementaria al segundo Festival del Libro, Arequipa-2008. Posteriormente se realizó el “II Concurso Literario de Cuento, Poesía y Ensayo Breve 2008” cuyos resultados no sorprendieron mucho: en cuento el primer lugar fue para el poeta Luis Ormachea por su cuento Juicio, en poesía el primer lugar fue para Filonilo Catalina (Luis Rodríguez Castillo) por su texto Trapecista, y en ensayo el primer lugar fue para Rafael Alberto Bedregal Carpio por el ensayo Nuestra posmoderna libertad. En octubre nos visitaron el escritor Francisco Ángeles y el poeta y editor Paúl Guillén gracias a la Alianza Francesa que organiza anualmente la Lire en Fête; luego se desarrolló el Segundo Festival del libro, Arequipa-2008, evento que pasó sin pena y sin gloria dada su total desorganización, la mala disposición y hacinamiento de los stands de venta y la ausencia de varios invitados. Sin embargo, y ya en el último mes de este año, dos noticias alegraron el ambiente cultural arequipeño: la primera fue la noticia de los resultados del concurso de la revista Caretas “el cuento de las 1000 palabras”, pues el segundo premio fue otorgado para César Sánchez Martínez, un escritor de apenas 23 años, mientras que en Europa, nuevamente Mario Vargas Llosa fue nominado junto a otro gran peruano al premio IMPAC cuyos resultados recién saldrán a luz en el 2009.
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* Arriba, en la imagen: Edmundo de los Ríos.

28.12.08

JULIO RAMÓN RIBEYRO EN EL AÑO INTERNACIONAL DE LA PAPA

Muestra de variedades de papa peruana.
Este año —2008— la ONU lo declaró como el Año Internacional de la Papa. Y se realizaron diversos eventos, además de concursos internacionales de pintura, fotografía, lectura de poemas y exposiciones artísticas en varias partes del orbe. También se escribieron centenares, miles de artículos y ensayos publicados en similar cantidad de libros; cruda ironía ¿verdad? Finalizando este año, sólo quería hacer un homenaje a los campesinos del Perú a través de esta reflexión que publicó en 1975 el escritor Julio Ramón Ribeyro:
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Los conquistadores de América encontraron lo que buscaban: oro en cantidades nunca vistas, tierras feraces y extensísimas, siervos que trabajaran para ellos durante siglos. Encontraron también muchas cosas que no buscaban y que modificaron el régimen alimenticio de la humanidad: la papa, el maíz, el tomate. Pero de contrabando, los vencidos les pasaron otro producto que fue su venganza: el tabaco. Y los fueron envenenando para el resto de su historia.

*Extraído de Prosas apátridas (completas) 3ª edición, Barcelona, Tusquets Editores, 1986.

27.12.08

POESÍA VISUAL (O INTERVENCIÓN) DE KREIT MAYER VARGAS*



PROPUESTA DE INTERVENCIÓN VISUAL:
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Se elaborarán estos 3 diseños en forma de stickers. Luego se intervendrá desde combis hasta postes y letreros. Aparecerán como develamientos de una realidad oculta, mostrando muchas posibilidades fuera de la mirada superficial. Los lugares de intervención son puntos donde se aglomera la gente: paraderos, combis, postes y cuanto objeto se le ocurra a uno.
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(n.e.: Para ver las imágenes mejor, pinche sobre ellas. Imagen 1: neuryl o.5 mg.; imagen 2: flores imposibles; imagen 3: venus de milo).
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(*) Datos “importantes”:

Asisto a clases de arquitectura desde el 2001 a escuchar lo que nunca debo hacer (las universidades son indispensables fuentes del error).

En el 2006 me informan que gané un concurso de cuento en Buenos Aires – Argentina.

También publiqué un libro plaquette de poesía Naturaleza Desquiciada o el lado prohibido de tu rostro.

A finales del 2006 me otorgan el 1er puesto en los Juegos Florales Universitarios (UNSA) por una serie de caligramas agrupados bajo el nombre de Telegramas para Monique.

Ahora empleo mi ociosidad de manera especializada y reunida bajo los titulos de Bang!!!, Imagina(rio) y Santería.

Lo olvidaba, nací un 9 de julio de 1983; y moriré un día en el que todos se pregunten que harán sin mí.

25.12.08

LUZGARDO MEDINA EGOAVIL: JUGANDO AL AMOR Y DEGLUTIENDO LAS VIEJAS TARAS


Buenas noches queridos amigos:

Mis primeras palabras son de agradecimiento por perder el tiempo conmigo, en este acto que prometo no olvidar. No digo nombres por temor a olvidarme de alguien, y ahí sí que se me podría venir el mundo abajo. Amigos, desconocidos, bienaventurados, bendecidos, ajenos, olvidados, piratas, curiosos, enemigos, laicos, todos, sean bienvenidos a esta cena con la señora poesía.
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JUGANDO AL AMOR Y DEGLUTIENDO LAS VIEJAS TARAS

(Todos saben o creen saberlo todo, todos ignoran o creen ignorarlo)

Las viejas mentes siguen considerando pecado el buen sexo, aunque —claro— esas viejas mentes no saben lo que es tener un buen sexo, una buena comprensión de su cuerpo, un buen gozo, un pletórico grito de euforia. Obvio, si Freud estaría aquí, diría que tengo ciertos comportamientos o desviaciones que merecen un estudio más psiquiátrico; aunque, de profundidad, él sólo haya estudiado sus propios desvíos o sus propias exploraciones oníricas. Entonces, surge la pregunta: ¿Cómo debe ser y cómo no debe ser el buen sexo? En este instante muchos o muchas ya comenzaron a entrar en pánico, comenzaron a sentir una elevación de su temperatura, porque saben y entienden que el sexo siempre ha sido un tema tabú que unos lo han llevado al plano político. (La gente no olvida, aún, el sexo oral de una secretaria con un presidente, acto que casi le cuesta el sillón presidencial). Para unos es un tema de economía, y para otros un tema de suma transparencia, porque según afirma el intelectual Marco Aurelio Denegri, el sexo te humaniza y te vuelve más sensible a las cosas buenas (qué bella esta descripción, aún cuando este eunuco intelectual ya no la ve hace tiempo). Como ven, el tema es sumamente agradable y extremadamente grandioso que no tiene comparación con ninguno de los placeres, toda vez que —a quien lo hace—, le da suma energía, algo así como si hubiese tomado una pócima de nutrientes, convirtiéndose en una varita mágica que lo transforma en un ser angelical (aunque de ello mi compadre de iniciales RRV no sabe nada, pues solamente se limitó a comprar sexo bisexual en el parque Duhamel y zonas adyacentes, sintiéndose orgulloso de tener calle —opinión que la respeto, pero que no la comparto—). El amor es un sentimiento noble y humano; y, hacer el amor es poner en práctica el humanismo que uno lleva consigo, es prolongar ese gran latido que une a las personas cuando existe un mínimo de ternura o un máximo de admiración; es entonces que la mujer y el hombre adquieren cierto brillo en los ojos; la piel comienza a tomar —parece— otro destello, otro sabor u otro color. Podría decir en esta noche, —a ojo de buen cubero—, quiénes ayer u hoy tuvieron una cita de pasión y ternura. El amor así como la tos no se puede ocultar. Hablar del buen sexo es tener otro concepto de la vida, es obtener una percepción más elevada del porvenir, hablar de ello dándole tonos de morbosidad es decaer y poner en riesgo un tema tan apasionante y tan milagroso. Si yo digo por ejemplo: orgasmo, en esta sala varias mujeres comienzan a ruborizarse (porque saben qué es tocar el fruto del paraíso), y para otras es sólo una palabrita sin riesgo alguno y sin aderezos. Si digo: impotencia o frigidez o eyaculación precoz, los varones —por ahí— comienzan a tener cierto reparo y a decir para sus adentros, éste patita es un consejero sexual o un poeta en ciernes o quizá nos quiere transmitir sus exploraciones amatorias. Y aunque hace buen tiempo ya no la veo tan a menudo (confieso de paso haber sido un fiasco en la cama), puedo sostener que nunca fui tan feliz como cuando terminé de escribir Bajas pasiones para un otoño azul, libro que resume el impulso sexual o la ambrosia carnal o los excesos de ternura o los desbordes de la pasión o las primacías del deseo contenido o la fiebre de la piel o el beso multiplicado y compartido en el más absoluto de los silencios en su total desnudez. Aquí, en este libro, trato de vencer la soledad, la tristeza, el olvido, la oscuridad, la ignorancia que se tiene sobre el acto amatorio y toda la secuela que puede dejar en las mujeres que no manifiestan su sentir, porque siempre callan; y si dicen algo, pues, alteran la respuesta para hacer sentir bien a su pareja, trayendo consigo una reflexión parecida a “si quieres llevar una buena relación, dile que es lo máximo y que en el mundo no hay otro como él”. Entonces él, todo un superman de afiche y de supermercado, cree dominarlo todo, pero en el fondo, tiene una capa (de abajito) que no le sirve para volar; toda se estructura no es de acero, no vence ni a su propio miedo, le teme a su sombra, tiene pavor de introducir los pies en sus zapatos, dice cosas incoherentes para alegrarse a sí mismo, pronuncia palabras deleznables e inmundas porque su léxico no va más allá de “o sea”, “digamos”, y como cree —o le han hecho creer— que es un superman de cloaca, cree saberlo todo, incluso da lecciones a sus Marilias de ocasión. Cuidado, ya no estoy hablando de mi desheredado compadre de iniciales RRV —del que su padre casi se muere de no se sabe qué vaina, y en estos momentos ya no gutura ni una sola palabra de amor ni de cólera—. Este sujeto que crece sobre una mentira, termina siendo una pálida figura de salón de belleza o un viejo mueble que todos creen que es de buena manera; pero todo es vana ilusión, ilusión que nació de una mentira y creció como el mismo poder de Poncio Pilatos que mandó construir su propia sepultura. Este libro que hoy presento totalmente desnudo de prejuicios, desnudo de críticas, desnudo de enmiendas, desnudo de caprichos, es la voz de una mujer; sí, es la voz de una mujer que tiene una edad promedio entre 35 y 55 años, (más o menos, como dicen los que hacen malabares con las estadísticas, cinco puntos arriba y/o cinco puntos abajo… puede jugar). Es la voz de una mujer que quiere decir algo sobre su amante, no sobre su marido —que cumple su papel, siempre indecoroso, a la muerte de un Obispo o lo hace con la solemnidad del aburrimiento—, quiere hablar de la persona que está debajo de la mesa, sobre aquel personaje espiritual que la hace feliz a la hora imprecisa y tiene el duplicado de la llave; quiere hablar sobre aquella persona que está en el lado oculto de la luna —aunque haya buena luz solar o esté nublado—. Este libro, es la voz de una mujer que quiere manifestar sobre sus necesidades de hacer el amor en las orillas de la locura o de cualquier mar sin estrellas o en las orillas de la impiedad; es la nostalgia de una mujer que sigue explorando los acordes sensuales de Sara Brihgtman / Enya / Lorena McKenit (ángeles que no morirán a pesar de la crisis internacional y la depreciación del petróleo y de los metales); es la voz de una mujer auténtica que no quiere olvidar para nunca aquello que le da la vida o le otorga una razón para vivir; es la voz de una mujer que aprendió a soñar con la luna de abril a comienzos de este siglo. Y lo escribe una mujer que no teme a morir apedreada —tal cual está escrito en la ley judía—; este libro es la voz de una mujer lejana que solamente se dedica a construir su castillo para la vejez. Una noticia fue el punto de partida para este poemario: El 47% de mujeres en edad otoñal tienen un amante (diario El Comercio, 23 de marzo de 2006). Contrario a ello decía que el 75% de varones son infieles (siempre en el mismo diario y el mismo día, no se olviden). ¿Creemos en las estadísticas o no?, ¿ser o no ser?, ¿aprobamos o no aprobamos esta encuesta que hicieron en Lima? Felizmente Lima queda lejos y en nuestra ciudad nacemos, crecemos, nos enamoramos, tenemos nuestra pareja y con nuestra pareja tenemos hijos, y con ella después nos vamos de este mundo practicando una fidelidad a toda prueba. ¿Es así o no es así?, ¿qué hay detrás de todo lo que digo? Tenemos miedo a ser sinceros en los temas del sexo, no queremos salir a la luz, pero las mujeres no se conforman, los hombres hacemos lo que podemos, las mujeres tienen más agallas, los hombres somos de cliché, las mujeres son de armas tomar, los hombres somos egoístas porque únicamente nos interesa satisfacernos primero y luego seguir satisfaciéndonos, las mujeres esperan lo que dura un siglo y después siguen esperando y después continúan esperando. Así no juega Perú, amigos. En este mundo de “amistades” y amistades, tuve, por ejemplo, una amiga que nunca se había desnudado frente a su pareja porque su cuerpo tenía ciertas bondades de exhuberancia aquí y allá; todo lo hacía a ocultas de una lámpara encendida o en la más absoluta oscuridad y hasta en el más sepulcral de los silencios; y luego, con el paso del tiempo, ni él ni ella guardaron en el recuerdo el rostro de su pareja. Así ocurre en la poesía; nunca nadie ha escrito por la mujer, por esa mujer que quiere decir y afirmar algo de modo contundente, por esa mujer que está un poco entrada en años pero que desea ser poseída con amor y no por simple mecanismo o acto robótico, que desea ser amada con absoluto respeto y no siendo utilizada como mera máquina de hacer pop-corn, por esa mujer que tiene un glorioso tatuaje de lascivia en los ojos y es el estigma de un amor pleno y memorable; por esa mujer que teniendo sus años de otoño sigue buscando un tesoro de vida porque quiere sentirse amada y enseñoreada; por esa mujer que desea compartir sus días y sus noches futuras. Aquí no valen las fuerzas de poder ni las pócimas de los chamanes, aquí no valen los amarres eternos o los conjuros de hacer volver a ser amado en 24 horas, aquí no valen los linajes ni los cargos públicos, aquí nada tiene que ver las distancias ni los sagrados colores de las banderas de los países sin nombres, aquí no valen las cirugías en el vientre ni en los pies ni en las rodillas; el tema es del amor, del amor otoñal con un buen sexo, el amor otoñal con un respeto a toda prueba: con altura, a ocultas del mundo y a ocultas delpasado-delpresente-delfuturo, a ocultas de los credos y las confesiones, a ocultas de los gustos y colores, a ocultas de los grupos que predican la cumbia como si en cada letra estuviera la tabla de salvación. El tema, —digo, repito y vuelvo a decir—, es el amor prohibido, el amor clandestino, el amor que no causa tristeza, el amor que ayuda a reinventarte, el amor que te da alas para volver a sentirte viva o vivo, el amor que no necesita de cirujanos plásticos, el amor que no requiere de otros condimentos que no sea La Palabra, la palabra exacta en el momento exacto, la palabra deshuesada en los días de invierno, la palabra íntegra como una flor de arroyo, la palabra extenuada pero siempre dulce, la palabra bien construida para desterrar los males de la noche, la palabra emplumada en la fresca rama de la miel, la palabra líquida en los tiempos de sequía, la palabra desnuda y expuesta al sol con toda la absolutez de la ternura, la palabra que perdona todo lo perdonable, la palabra tierna con la ternura más ternurienta, la palabra en el día de la palabra, la palabra en el fondo de las cosas impredecibles, la palabra de la ciencia en los días de la pena, la palabra de la dicha en la dicha que no llega, la palabra cercana que sale por el corazón y no por la boca. Sólo ella nos aproxima a la que amamos o al que amamos. Es cierto que también el silencio es una forma de expresión, pero no siempre las cosas se superan en silencio; y no basta el silencio para decirlo todo. No sean como Edita (para unos simplemente Eda), que por tanto cuidar su destino existencialista quedó con un mundo de frustraciones; y pese a que un día un pervertido amigo —o audaz amigo, no lo sé— quiso hacerle ver una realidad al desnudo, ella se quedó con sus migrañas, con sus forúnculos en la piel, sus ahuyentadores orzuelos y sus manzanas del pleistoceno. Al final, Eda se quedó sin su Adán y ahora se pasea por la ciudad con sus 70 años a la espalda dedicándose a criticar hasta los piquitos que se dan las palomas en la Plaza de Armas; de su boca no se salva Brooke Shields y menos Anacleto Chambi (un prolífico macho cabrío de la comunidad de Chinkayllapa). Tengan mucho cuidado señoras y señores, que no todo es hacer dinero ni estar pendientes de la herencia de papá; todo crece en la medida que haya equilibrio en la intimidad. No te conviertas en un amargado o en una amargada, recuerda que el clima no tiene nada que ver con tus laberintos y tus carencias fálicas. Sean como mi hermana poeta que declaró públicamente, en un poema, tener 77 amantes y con todos haber aprendido llegar a la felicidad; no sean como mi otra amiga que fue operada de sus juanetes y conoció la belleza después de 27 años de casada (claro, fuera de su casa) y bajo el imperio de otros besos. Sé que en este instante estoy a tiro de gracia de quienes profesan la cucufatería y la mojigatería; no me importa, tantas veces he muerto y tantas veces he vuelto a la vida, tantas veces me han enviado al exilio y de ahí he retornado exitoso, tantas veces me quitaron el amor que me juraron que una vez más ya no hace daño —tantas veces que me dijeron ¡bestia!—, que ya tengo comprada la santidad. Pero eso sí, en nombre de quienes no tienen voz ni vela en este entierro, en nombre del 47% de mujeres que todavía no manifiestan su amor real (por obvias razones como el qué dirán o perder su reputación, además de perder el 50% de los bienes adquiridos conyugalmente), hoy entrego este libro de confesiones aunque me quemen en la hoguera, aunque ya no me llamen por mi nombre ni me recuerden el nombre de la primera mujer que amé en mis últimas dos vidas, y aunque todos sepan el nombre de la mujer en mi próximo nacimiento.

*Texto leído por el poeta Luzgardo Medina Egoavil (en la foto) el día de la presentación de su libro Bajas pasiones para un otoño azul (Lima, Ediciones Copé, 2008).

22.12.08

MAURIZIO MEDO: LA NOVELA ES UNA INVENCIÓN DE LA POESÍA


LA NOVELA ES UNA INVENCIÓN DE LA POESÍA
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Por José Córdova
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Los últimos años han sido para la poesía de Maurizio Medo (Lima, 1965) sumamente importantes. Libros como El hábito elemental o Manicomio —considerados por un sector de la crítica como canónicos dentro de la nueva poesía latinoamericana—; los ensayos y tesis escritos sobre los mismos; su presencia en antologías de la envergadura de La mitad del cuerpo sonríe: Antología de la poesía peruana contemporánea, de Víctor Manuel Mendiola o Pulir huesos. Veintitrés poetas latinoamericanos (1950-1965), de Eduardo Milán, hacen que este poeta (poco conocido en el país) se haya convertido en uno de los fundamentales dentro de la poesía hispanoamericana. Este viernes 26 de diciembre en el Zorba's bar, las editoriales Cascahuesos y ASALTOALCIELO presentarán su libro Sparagmos. Aquí una entrevista con el autor.
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—“Sparagmos”… ¿qué significa? ¿No te parece que elegiste para tu libro un título que, para muchos, podría resultar extravagante?

En sí, escribir en estos tiempos ya es algo que resulta extravagante, ¿no?; creo que todo título también lo será como la mayoría de “nombres” elegidos desde la arbitrariedad Sakra Boccata, Parabellum, Labranda, Pachak Paqari, —nombres que se me vienen a la mente en este instante—, también lo son. Pero, estoy seguro que sus autores los eligieron no en función a un “mercado” o a un “público” (que en poesía está en extinción) sino por tratarse de representaciones idóneas para sus propuestas —acá no hablamos de productos— o simplemente porque les dio la gana.

“Sparagmos” es un antiguo término griego utilizado para designar el desmembramiento, que es lo que las Ménades de Tracia le hicieron a Orfeo. Recordemos el mito: su cabeza fue arrojada al río Hebro, desde donde acabó por hallar tierra y sepultura en la isla de Lesbos. Sobre lo mismo, Eurípides en Bacantes narra el “sparagmos” como un rito del culto dionisiaco: en la oscuridad de la noche ocultas en los bosques de las montañas, las bacantes descuartizaban una víctima y comían su carne cruda.



—¿Y cuál sería su relación con la poesía?

Volviendo al relato de Eurípides, la esencia del ritual de las bacantes, de ese sparagmos, infringía todas las leyes básicas del culto oficial. Hay un aspecto muy interesante en el dionisismo: la búsqueda por borrar, o quizá mejor, trascender, las barreras entre el mundo civilizado del hombre griego y el mundo salvaje, enarbolar el instinto sangriento e irracional, e identificarse plenamente con la divinidad. Creo que las propuestas poéticas que más me han interesado tienen algo de esto: trascender las barreras entre el lenguaje civilizado y el habla salvaje. En mi caso aquí el “sparagmos” es perpetrado por las palabras, los idiomas y el sacrificado es el propio autor.

—Hay algo que llamó mi atención, en tu libro, el “nombre” del autor, Medo, es sustituido por Μηδο, ¿cuál es el sentido de esto?

Es un homenaje a la idea de Barthes de “la muerte del autor”, con la que me identifico plenamente, y he citado en más de una oportunidad. También concibo la escritura como “la destrucción de toda voz, de todo origen”. El sujeto, y aquí viene otra vez Barthes, es solamente ese lugar neutro, el blanco-y-negro en donde acaba por perderse toda identidad, comenzando por la propia identidad del cuerpo que escribe. ¿Por qué convencerse de que Μηδο es Medo, Maurizio Medo? Y más aún en una obra, al menos así lo pretendo, en donde lo polifónico sustituye, en algunos momentos, la monofonía coloquial —que no es lo mismo que oral. Por ello, también, el primer capítulo de la novela se titula “Cuando el autor creía”, y el último “El cuerpo muerto”. Infantas me decía que nadie hubiera podido escribir este libro por una razón: por el cruce de culturas, porque el sujeto surge de una hibridación, de un cruce, añado de una sinergia, de culturas y etnias, y ese es mi origen biográfico —el padre croata, la madre italiana—; a nivel religión haber vivido en el seno de una familia donde el catolicismo convivía con el budismo zen y hasta con el evangelismo. Lo que dice Infantas no es algo placentero, no es un elogio. La tragedia —aunque tal vez para algunos esto sea una ventaja, de los descendientes de inmigrantes —aquí José Kozer me podrá entender mejor que nadie— es carecer de una conciencia plena de adónde pertenece.

—Has mencionado la palabra “novela” para referirte a “Sparagmos”, luego utilizaste la palabra “capítulos”, ¿podrías explicar un poco este aspecto?

Recuerdo una conversación con los poetas Juan Carlos Suñen y Eduardo Milán (dos grandes amigos, lo que es difícil entre poetas) en donde discutíamos con Eduardo sobre una idea de Blanchot: “la novela es una invención de la poesía” —ojalá que no me lo tomen a mal mis amigos narradores—. Yo no sé si esto sea cierto no —tampoco me interesa saberlo— pero es un poco la apuesta de Sparagmos. Para mí, Sparagmos es una novela construida con retazos de poemas. Hay una trama.



—En la misma que dejas de ser el autor pues, en el capítulo “El cuerpo muerto”, encuentro a otros: Zurita, Mills, Courtousie, Mazzotti, Santiváñez, Guillén… que reescriben algunos de los textos del capítulo inicial.

Exactamente. Y todos son autores, y amigos, a los que admiro profundamente. Más que reescribir los textos, creo que el término más preciso sería se adueñan de ellos con libertad absoluta. Mills, por ejemplo, pudo trasladar el lenguaje original al del habla de las maras; Santiváñez convirtió el no-lugar inicial en su Matienzo. Y así cada uno. Tal vez la excepción sea Zurita, quien apostó por “cantar” a dúo con el texto original —algo así como en esas versiones especiales de algunas baladas.

—“Sparagmos”, y esto lo sé aunque no lo hayamos conversado abiertamente, pudo presentarse inicialmente en Lima, Santiago, Buenos Aires o Montevideo, ¿por qué elegiste Arequipa?

La razón es simple: acá me casé. No es la tierra de mi esposa, pero sí la de mi amor —qué importante— un lugar en donde el amor trascienda los nombres de quienes aman. Básicamente ésta ya es una razón de peso. Otra es que, entre las opciones editoriales, —para qué negarlo— hubieron muchas, mayormente en el extranjero, decidí apostar por Cascahuesos. Elegí esta editorial, primero porque me gusta mucho el trabajo que están haciendo, segundo por nuestra amistad —he tenido el privilegio de tenerte en mi taller— y tercero por el enorme cariño que siento por los poetas más jóvenes de aquí, desde Ignacio Infantas hasta Robert Baca. Arequipa me dio mucho, sobre todo la oportunidad de conocer gente realmente maravillosa nacida en Cuzco, Puno, Tacna o venida de lejos, como yo. En Arequipa está la casa, mi casa (y esto es pertenencia).

—Se celebran también 20 años desde tu primera publicación… ¿Qué te ha dado la escritura?

Bueno, en primer lugar no sé si toda efeméride deba celebrarse, ¿no? Otra cosa es que haya querido hacerlo. La escritura me ha dado la oportunidad de conocer personas extraordinarias. Mis mejores amigos (y los pocos enemigos) son poetas, yo no soy muy bueno para eso de relaciones de colegas. Me ha dado también la oportunidad de conocer otros países, de ver mis textos escritos en idiomas que jamás imaginé. En algún momento se convirtió hasta en un medio de vida, ¡cómo no estar agradecido! Ahora, tampoco es para ponerse a recitar: porque escribí porque escribí estoy vivo. Salvo el amor todo es recuerdo, y uno vive únicamente y sólo por su capacidad de amar.

18.12.08

PRESENTACIÓN DE “BAJAS PASIONES PARA UN OTOÑO AZUL” DE LUZGARDO MEDINA EGOAVIL


El día de mañana, 19 de diciembre, se realizará la presentación del libro Bajas pasiones para un otoño azul (Lima, ediciones COPÉ, 2008) texto ganador del Premio Copé de Bronce en la “XIII Bienal de Poesía Premio COPÉ Internacional”, de nuestro querido amigo y poeta, Luzgardo Medina Egoavil.
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Si quiere saber algo más acerca de este libro, haga click aquí, donde el poeta Marco Martos habla acerca del libro y de Luzgardo en la primera presentación que se hizo este año en la FIL en la ciudad de Lima.

La presentación será a las 19:00 horas, en el Cine - Auditorio del Palacio Municipal de la Municipalidad Provincial de Arequipa (Plaza de Armas). Pasen la voz.

MANIFIESTO DEL GRUPO LITERARIO “SIGNOS”


Desde Chiclayo el Grupo Literario “Signos” nos envía este manifiesto poético, circunstancia rara en tiempos en que cohabitan, con igual densidad, las indagaciones autistas y las campañas publicitarias. Saludamos con gusto este manifiesto, que es expresión verídica de fervor por la poesía.
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---MANIFIESTO DE LA CONTRADICCIÓN
Grupo Literario SIGNOS
[Lambayeque – Perú]
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Si estoy aquí es por el AGUA.
Cromwell Pierre.
Pero el FUEGO es el signo de morir con importancia.
César Boyd.
¿Ves como se edifica el POLVO?
Ronald Calle.
Nos vamos lentamente, como aferrados al AIRE.
José Abad.
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Signos de pugna
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SIGNOS es una posibilidad laberíntica, un colapso instantáneo.
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SIGNOS es la existencia para completarla con lo que nos falta de caos. Es dulzura y asco, pues el gusto es contradictorio en sí mismo, como en Poesía.
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Manifiesto de la Contradicción es proclamar respeto hacia todos los entes disímiles: castidad-impudicia, simplicidad-complejidad, ignorancia-sapiencia, y todo lo que sea pugna y oposición; pues en Poesía adquieren su monismo incondicional o su separación absoluta, como se da en la propia vida: con contrariedad y deformación.
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La otredad
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SIGNOS es muchas carnes juntas, opuestas y complejas.
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Hacemos nuestro el desasosiego de Bernardo Soares, la ansiedad de Juan Pablo Castel, la decepción de Hans Schnier, las búsquedas insatisfechas de Antoine Roquentin, la lúcida locura del Famoso Hidalgo, la bipartición del Dr. Jekyll, las perradas de los cadetes del colegio militar, la ceguera blanca de los personajes de Saramago; y a la vez todo lo contrario, para que se completen las oportunidades de existencia y conexión con las formas y las desproporciones del ser.
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En Poesía, SIGNOS busca, encuentra, pierde, recupera, vuelve a perder, busca definitivamente para la acumulación de vida y de sentido: y aquí se expresa con los símbolos que retuercen el camino de la Verdad y la Mentira: con las palabras lanzadas hacia un pozo, una cúspide, un limbo; las palabras que algo condensan, algo insinúan en este abismo voluntario; sin embargo la Poesía habla mejor que un manifiesto, pues la Poesía es ignorar, no-saber, intuir; es decir, es la dignidad a que se aferran los predicadores.
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Poeta, voz y resonancia
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En toda su normalidad, el Poeta es un apóstol del exilio y la reclusión.
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Nuestro oficio no consiste en escribir sólo lo que sentimos, tampoco en sólo sentir por los otros; nuestro oficio es más excelso. Tenemos la fe de los abandonados, la extraña causa del diligente, el pesimismo de los hambrientos, el optimismo del neófito, la lujuria del introvertido y la castidad del buitre muerto. Lo que decimos se nos reduce al ocio, lo cual es grandeza e insignificancia. Creemos en las contradicciones y en las voces sencillas y profundas que poseen una letanía humanizante.
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No es suficiente una puesta de sol o una noche de luna para escribir Poesía. Cada suceso, cada mínimo movimiento, por más pedestre que sea, encierra un misterio, y el Poeta no sólo puede describir ese misterio, sino revelarlo a los que no son capaces de percibirlo. Porque no hay mayor entendimiento del mundo que la contemplación ni mayor contemplación que la Poesía. Nuestro asunto consiste en el entendimiento, jamás en el complejo adánico.
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Para SIGNOS, ser Poeta no es estar enamorado del mundo, sino es inconformarse con todo lo que “es” él en su coloquialidad, por eso se lo destruye y reconstruye desde la Poesía.
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Poesía, insurrecta mundana
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La Poesía es la vida misma en su forma más pretenciosa y rotunda, y yace plasmada en la más soberbia forma de existencia: la escrita.
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SIGNOS enarbola la contradicción en esa existencia. Contradecir el ser es crearse y recrearse uno nuevo, es modificar la carne constantemente, es ser la bipartición de un absoluto como lo es el hombre, entonces queremos distorsión y antagonía para hacer la Poesía autosuficiente; pues ésta soporta el mundo cuando ni él se soporta, controla el caos cuando las utopías lo condenan.
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La Poesía es amoral, apolítica y apátrida. No es denunciante. La denuncia es la politización de una misericordia y de una respiración. Ella no es el remedio; es la carga, la convulsión, la resonancia.
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La Poesía habla por el Poeta. El Poeta es sólo su instrumento.
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SIGNOS no desea amoríos con la Poesía, aunque nos vence su atracción: es reserva de lujuria y desquicio, la paz y la guerra, la persecución y el hallazgo. La Poesía es una fuga y un encierro.
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SIGNOS la utiliza. Pernocta con Ella. La abandona. La recupera. La vuelve a abandonar para quedársela entre sábanas.
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En Poesía, la significación llega a su nivel más alto, tal es el logro de la lengua, su gloria, su atributo máximo, su vuelo cósmico. Ese tope supremo e inmejorable es el fin del lenguaje artístico, sólo superado por él mismo. SIGNOS exige de ese lenguaje sus caminos de refulgencia y oscuridad, de polisemia viva, sin falsear los trazos y sin forzar las claves.
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La Poesía es lo más antinatural que existe. Es desorden y espasmo.
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Ella lee el mundo, lo desfigura, lo excusa, lo superpone, lo hermetiza, lo simplifica, lo plasma, lo disocia, lo maldice, lo bendice; pero jamás lo salva. Si ese fuera su efecto, estaríamos en el paraíso. La Poesía no se salva ni así misma y SIGNOS tampoco.
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SIGNOS: camino de desesperación, facto de contrariedad.

Agosto, 2008. Grupo literario Signos, (grupoliterariosignos@hotmail.com).

16.12.08

CÉSAR SÁNCHEZ MARTÍNEZ Y EL CUENTO DE LAS 1000 PALABRAS


La revista Caretas en su última edición nº 2057 del 11 de diciembre de 2008, publicó los resultados de su concurso El Cuento de las 1000 palabras que anualmente organiza. Y grata fue la sorpresa de encontrar entre uno de los premiados a un amigo nuestro: César Sánchez Martínez, quien obtuvo el segundo lugar en dicho concurso. La nota dice lo siguiente:

«Luego de dilatada deliberación, el jurado de El Cuento de las 1000 Palabras, organizado por CARETAS, escogió a los tres ganadores de entre una avalancha de más de mil cuentos. En esta oportunidad, la muerte decidió rondar las plumas de los concursantes y las tres historias ganadoras abordan el tema, algunos con más ironía que otros. Abiertos los sobres, los ganadores resultaron ser: Juan Enrique Vásquez Valladares, obteniendo el primer puesto con el cuento Desde la terraza; César Félix Sánchez Martínez, segundo puesto con la historia titulada Chaqwa; y Fernando Edgar Salinas Velarde, tercer puesto con el cuento Vermouth».

En cuanto a César, líneas más abajo, Caretas nos da cuenta un poco acerca de las inquietudes y los intereses de este “novísimo” escritor:

Acierto Mistiano

«Con una historia que reafirma el interés en los círculos literarios nacionales en explorar cada vez más el tema de la violencia interna en el Perú, César Sánchez Martínez se hizo acreedor al segundo puesto del Concurso con apenas 23 años de edad y una historia enviada desde suelo arequipeño.

Con el Misti como apu inspirador, Sánchez recrea en su cuento “Chaqwa” la historia de unos campesinos asediados indistintamente por el Ejército y los subversivos. Precisamente, recuerda el autor, el concepto de chaqwa (término quechua que denota un estado de desorden intenso), lo tomó de una entrevista al antropólogo Juan Ossio que hace algún tiempo apareciera en CARETAS. En su historia, la que inicialmente debía centrarse alrededor del tema del ciclo agrario, la violencia desquiciada, las desapariciones forzadas y los ajusticiamientos populares tienen lugar no sin un toque de ironía hacia nuestra propia historia. “Siempre me fascinó la manera como las fiestas del año cristiano se imbricaban con las distintas etapas de muerte y renacimiento en el campo”, explica, “y además de eso siempre me llamó la atención la naturaleza absurdamente cruel de ciertos episodios de la violencia política en la sierra del Perú, donde los comuneros acababan siendo atacados por todos los bandos”.

Recientemente licenciado en Literatura en la Universidad de San Agustín con una tesis sobre Ventura Travada (“el oscuro clérigo colonial que escribió la primera manifestación del hiperbólico arequipeñismo de los arequipeños: El Suelo de Arequipa convertido en Cielo”) y con la creencia de que la “sutileza es la madre del humor”, Sánchez es ya caserito de El Cuento de las Mil Palabras. Antes, ya había participado del Concurso con cuentos de temática diametralmente opuesta, aunque quizá no tanto: uno sobre la explosiva intolerancia a la lactosa y otro inspirado en las enseñanzas de Santo Tomás de Aquino. Ahora, con “Chaqwa”, el joven autor siente que remite “a ciertas temáticas comunes a la literatura fantástica: aquellas invasiones misteriosas que uno encuentra en Kafka o Buzzati, donde Alguien quiere destruirnos, no sabemos quién es ni por qué nos odia ni cómo nos destruirá. No sabemos nada. Sólo estamos por ahí. Sin cóleras ni sorpresas. Sólo ahí. Cosa curiosa: lo que en otros sitios no era más que una alegoría fantástica, se convirtió en el Perú en casi una situación de la realidad cotidiana durante los años de la violencia”.

Adepto de Kafka, Quevedo y El Lunarejo (“la pluma más feliz que ha visto la luz en el Perú”), y lector incondicional de El Quijote, que le sigue pareciendo la novela más chistosa y triste del universo, Sánchez además vuelve siempre a las páginas de Chesterton, que le enseñó a no tenerle miedo al sentido común, a la sencillez y a las paradojas; a las de Rulfo, cuya obra considera un ejercicio de maestría “pues El Llano en Llamas es el mejor curso de escritura creativa que existe”, y al inglés Evelyn Waugh, “maestro del humor negro y de la sátira contra las farsas de la modernidad”».

Finalmente hay que resaltar también que aquí en Arequipa, hace apenas un par de meses César obtuvo en el “II Concurso Literario de Cuento, Poesía y Ensayo Breve 2008” que organiza el semanario El Búho, una mención honrosa por su ensayo: Símiles, estética y funcionalidad literaria en Ventura Travada. Felicitaciones César.

15.12.08

HOMENAJE A FELIPE PINGLO EN LA CASONA DE SAN MARCOS


El centro cultural La Casona de San Marcos, la Oficina de Imagen Institucional de la UNMSM, así como la Asociación de Centros Culturales Musicales del Perú - ACECUMPERU, realizarán este martes 16 el homenaje: RECORDANDO A FELIPE PINGLO.

Se presentará campaña para salvar la casa del recordado compositor.

La Asociación de Centros Culturales Musicales del Perú (ACECUMPERU) realizará uno de sus primeros eventos en el Centro Cultural de San Marcos - La Casona (Parque Universitario).

Se trata de una semblanza literario - musical, donde se analizarán las letras compuestas por el maestro Felipe Pinglo. Este evento tiene como objetivo principal destacar las cualidades personales de Pinglo y de su concepción humanística a través del análisis de las letras de sus principales temas.

Asimismo la ACECUMPERU está promoviendo la realización de una campaña —que se presentará el día del evento— para gestionar ante las autoridades pertinentes la expropiación del inmueble donde nació nuestro inmortal compositor. Predio que a la fecha se encuentra en condiciones precarias pese a haber recibido el calificativo de Monumento del Patrimonio Cultural de la Nación según Resolución Directoral Nacional Nº 370, del 19 de julio de 1999.

También se llevará a cabo la juramentación del primer consejo directivo de la ACECUMPERU.

La cita es este martes 16 de diciembre a las 11:30 a.m. en La Casona Sanmarquina (Av. Nicolás de Piérola 1222). Ingreso totalmente libre.

CONVOCATORIA AL I CONCURSO DE POESÍA DE MUJERES “SCRIPTURA” del CCE y PCIP


La comisión de Escritoras del PEN CLUB INTERNACIONAL DEL PERÚ y el Centro Cultural de España, en la convicción de que la poesía es una de las más altas expresiones artísticas, y con el objetivo de ampliar las fronteras de la creación en las mujeres y consolidar una verdadera democracia en el arte, convocan al I CONCURSO DE POESÍA DE MUJERES SCRIPTURA, el que se regirá por las siguientes bases(*).

* Puedes ver las bases, haciendo click aquí y aquí.

INVITACIÓN A RECITAL DE CARMEN BERENGUER EN ARICA


Por fin, y después de los sucesos acaecidos en la ciudad norteña de Chile (problemas inherentes al Paro Nacional convocado por la ANEF), nuestros amigos de Arica nos hacen llegar esta nota:

Saludos cordiales desde el Consejo de la Cultura, tengo el agrado de informarles que el día Martes 16 de Diciembre se encontrará en nuestra ciudad la destacada escritora ganadora del Premio Iberoamericano de Poesía “Pablo Neruda”, señora Carmen Berenguer… Ella realizará una charla magistral en la sala Manuela Pinto de la U.T.A., a partir de las 11:30 hrs. para todo el mundo académico, estudiantil y público en general de nuestra ciudad y a las 17:00 hrs. en la Sala Manuela Pinto para todos los escritores, participantes de la Mesa de Literatura y público en general… Les rogaría hacer extensiva esta invitación a todos sus contactos interesados.

Agradecido de su disposición, se despide atentamente de ustedes:

Raúl Eduardo Calderón Díaz
Área de Creación Artística - Consejo Regional de la Cultura y las Artes
San Marcos N° 384. Teléfonos: 251078 - 94266175
Región de Arica y Parinacota

13.12.08

AGENDA PERUANA DE LITERATURA: ENCUESTA LITERARIA - 2008


Saludamos este esfuerzo de los amigos de Agenda Peruana de Literatura, cuyo aporte es un muy interesante y valioso dado el matiz descentralista que permitirá saber, más allá de los textos ganadores, los títulos publicados (y clasificados bajo 5 categorías: novela, cuento, poemario, antología y reedición) así como las Editoriales que hay en otras regiones del país. Estaremos atentos al desenvolvimiento de dicha encuesta:

«Hace unos días apareció la clásica encuesta anual del diario El Comercio para elegir lo mejor del año. En la sección de libros, lamentablemente, sólo se consignan novelas y cuentarios publicados por grandes editoriales. Por eso creemos que es necesario una encuesta más plural: Generar un debate abierto donde tengamos la mayor cantidad de participantes. Quizás no lleguemos a enumerar a todos los libros publicados el 2008, pero esperamos contar con la mayoría. Para esto necesitamos la colaboración de todos. Si falta algún autor peruano en nuestras listas, que haya sido publicado en el 2008, pueden consignarlo en un comment (comentario), o vía mail a: agendaperuana@gmail.com

Construiremos la lista de candidatos para cada categoría hasta el 20 de diciembre. Al día siguiente empezarán las votaciones. Una vez iniciada la votación no podrán añadirse más libros a la lista (el programa no lo permite).

Gracias por su colaboración.

Agenda Peruana de Literatura - Encuesta 2008».

9.12.08

RESULTADOS Y EXHIBICIÓN DEL “1er CONCURSO DE FOTOGRAFÍA E HISTORIA SOCIAL” DEL SEMANARIO EL BÚHO


Este jueves 11 de diciembre a las 7:00 p.m. en el Auditorio de la Municipalidad Provincial de Arequipa, se estará mostrando las fotografías presentadas al 1er Concurso de Fotografía e Historieta social organizada por el semanario El Búho. Están todos cordialmente invitados.

Acerca de los resultados, así informó El Búho, en su edición Nº 353 del martes pasado:

Ganadores del I Concurso de Fotografía

«Quienes tuvieron la misión de escoger entre los casi 100 trabajos presentados fueron Hermann Bouroncle Castro, Jorge Gygax Coloma, Jorge Bedregal La Vera y Luis Velasco Bodega, los cuales discutieron hasta el final sobre todas las posibilidades de la fotografía. Finalmente, la decisión inapelable llegó. El primer puesto fue para “Pastorcita de Ovejas”, fotografía de Jimy Tapia Lazo, quien logró captar una escena emocionante de una mujer en su entorno natural, conmovedora estampa que hoy es la vencedora. En segundo lugar, la serie de fotografías “Tradición”, presentada por Amador Carpio Bruna, donde la pelea de toros es la protagonista, en una visión romántica. […] [Y] pese a que se determinó que sólo habría dos ganadores, la calidad de las fotografías presentadas casi obligó a los jueces a otorgar dos menciones honrosas. Así las cosas, se escogieron los trabajos “Presencias urbanas” de Renzo Núñez Melgar y “Pequeño tendero” de María Llerena Quintana. Todos los trabajos participantes serán exhibidos en una exposición en los próximos días».
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*Imagen: “Pastorcita de ovejas” Primer premio de Jimmy Tapia Lazo. Fuente: Semanario El Búho.

GUITARRA ANDINA EN EL C.C. ESPAÑA: RICARDO VILLANUEVA EN CONCIERTO


El CENTRO CULTURAL DE ESPAÑA presenta “CHAYRAQ” un concierto de Guitarra Andina de Ricardo Villanueva. Este concierto cierra el ciclo de presentaciones del disco CHAYRAQ que durante este año se presentó en los mas prestigiosos auditorios del país, entre ellos: el Templo Sto Domingo - Qoricancha, la Casa Garcilaso INC, el auditorio Municipal de Calca en Cusco; el Teatro Municipal de Arequipa, el Teatro Municipal de Aplao en Arequipa; y el Centro Cultural Peruano Japonés en Lima.

El concierto consta de arreglos propios grabados en el disco en mención y adelanta algo de la nueva producción, los temas pertenecen a la tradición popular de los departamentos de Ayacucho, Apurimac, Arequipa, Cusco, Puno, etc.; además de una composición personal.

Lugar: Centro Cultural de España - Jr. Natalio Sánchez 181 - Sta. Beatriz (Plaza Washington, Alt. Cdra. 6 Av. Arequipa).

Fecha y hora: Viernes 12 de diciembreHora a las 8:00 p.m.

El ingreso es totalmente libre!

6.12.08

EL VELORIO DE FEDERICO: UN CUENTO DE ESTEBAN DEL CARPIO ZÚÑIGA

Autor: Esteban del Carpio Zúñiga.
EL VELORIO DE FEDERICO

A la muerte de Federico, ninguno de la familia pensó que ésta atraería a tantas personas desconocidas a la casa. (Por lo regular, en los velorios celebrados —si es que la palabra cabe a este tipo de ritos—, desde que tengo uso de conciencia, sólo se acomodaban los dos muebles grandes de la sala del abuelo y unas cuantas sillas de la cocina, que, por lo regular, eran quitadas y devueltas a medida que llegaban o se marchaban los amigos o conocidos).

Digo que el velorio de Federico causó impresiones extrañas en todos nosotros, sobre todo en mi madre y en mi abuela, pues nosotros casi no sabíamos nada de su vida ni de sus aficiones; su muerte, por así decirlo, fue tan rápida que aún no nos acostumbrábamos a que nunca más lo volveríamos a ignorar de esa manera tan impersonal con que los familiares dejan de recordar. Impresiones extrañas, no tanto por la cantidad, —aunque a decir verdad nuestra casa nunca estuvo tan llena—, si no por la diversidad inusitada de gente que se estrechaba las manos en nuestra sala. Yo, el menor, me refugiaba detrás de una cortina blanca que olía a clavo de olor, y por ello me percaté que detrás de mí descansaba sobre una maceta vieja un ficus que, recuerdo, Federico plantó antes de irse a la selva. Ahora, el pequeño arbusto, carente de vida, en sus ramas resecas soporta los miembros de las muñecas descuartizadas de Candy que cuelgan sujetadas a unas pitas con las cuales las amarro.

De inmediato pensé en Federico y su decisión de irse a la selva. Pero su pequeño arbolito me traía recuerdos de ceremonias oscuras en donde bellas jóvenes eran descuartizadas. Como que el alma de Federico era un poco como ese árbol, se había secado por falta de amor y una multitud de personas deshechas estaban en la sala, no para reclamarle algo ni para recordarlo, sino porque a través de pequeños hilos sus vidas se suspendían de él. De pronto se veían rostros que no decían nada, que no expresaban un sentimiento relacionado a algo: ojos impávidos contorneados por los colores del maquillaje, mejillas hundidas provocadoras de un agujero oscuro. Un agujero que el propio Federico abrazó pero en el que, sin embargo, se sentía extraño.

Su homosexualidad hirió a la familia de una forma extraña; y no por el honor, que de eso carecíamos demasiado y no nos importaba carecerlo un poco más, sino por lo inusitado de su cambio, ese cambio repentino que nos hizo desconocerlo y lo incitó a abandonar su mundo; o lo que nosotros le podíamos brindar del nuestro. Fue a los pocos días de su partida, que —mientras mi mamá consolando a Yesenia en la cocina con el calor de las tasas de café por la partida inexplicable de Federico y mi padre leyendo en su cuarto el periódico ensuciándose la camisa con la colilla del cigarrillo que lo mantenía inmóvil porque algo tenia que llevar en la boca, y no por el placer de fumar, sino por el tedio de no tener que decir una palabra—, Candy contestó el teléfono y me llamó despacio para decirme al oído que Federico quería hablar con nosotros, sólo con los dos, efectivamente. Hasta ese momento, viendo los rostros informes de los concurrentes al velorio, fue cuando me di cuenta por qué es que Federico llamo sólo para hablar con nosotros y no con mis padres o con Yesenia siendo tan sencillo, aunque sea, decirles unas palabras de despedida.

Nos llamo porque nos quería. Y si todos esos hombres-señoritas no se movían de sus asientos era porque algo similar los unía a mi hermano, pensé, en esa precariedad en las cuales uno se encuentra cuando algo se tiene que deliberar en el más corto tiempo posible. Todos aquellos hombres contagiados de sida, algunos en la etapa terminal de su mal, reflejaban en su rostro que algo se les iba con mi hermano; y eso era su propia vida, como si estuvieran asistiendo a su propia muerte y fuera necesario hacerle recordar al otro que aún seguían teniendo algo de humanos, pues era esa débil convicción lo que les permitía mirarse mutuamente y poder brindarse, mutuamente también, un proyecto fallido de sonrisa, como una mueca grotesca de lo que estaban viviendo y sentirse en ese momento unidos en su dolor.

Lentamente se fueron marchando los concurrentes y, lentamente también, fui saliendo de mi escondite a ver qué sucedía a los alrededores de la casa. En el jardín se servia ponche y cuando mi madre me vio se sorprendió de que siguiera despierto. Estaba amaneciendo y todos compartían alrededor de una mesa rectangular. Mi padre se levanto de su silla, triste, como siempre, y acercándose me llevo de la mano hacia la palizada trasera de la casa que colindaba con un pequeño bosque plagado de madre selvas y muérdagos que parasitaban los manzanos y los pinos.

—Esta palizada la hice con tu hermano antes que tú nacieras —me dijo sin mirarme, como si no importara mi presencia, sino, sólo para que él tuviera la excusa de decir algo.

La toqué, tenía una superficie porosa, como hidratada.

—Tu hermano era fuerte —prosiguió, buscando en sus bolsillos algo, un regalo pensé; pero de inmediato lo vi levantar un cigarrillo y llevárselo a la boca. No lo prendió, él esperaba también que yo dijera algo. Pero ante mi silencio optó por marcharse.

A los días del velorio saqué la maceta con el ficus que Federico me encomendó en su llamada telefónica y lo planté en el pequeño bosque, deseando que los muérdagos lo invadan, sabiendo, muy en lo hondo, que para eso era necesario que estuviera vivo.

5.12.08

MANIFIESTO RESIDENTE: EL POETA VLADIMIR HERRERA SOBRE VÍCTOR HUMAREDA


En el Primer Encuentro Surperuano de Escritores realizado del 27 al 30 de noviembre en Lampa, un hermosísimo pueblo (en donde se encuentra la réplica más exacta de La Piedad de Miguel Ángel y cuya iglesia es única en su género por poseer el techo de tejas de vidrio coloreado y la torre del campanario separada de la iglesia) del departamento de Puno, y cuna de Vladimir Herrera, Alfredo Herrera y del genial pintor Víctor Humareda, conocí a Vladimir; y junto a grandes amigos pudimos compartir varias noches de bohemia a ritmo de vino, cervezas, pisco y guitarra. En el primer día del encuentro, Vladimir repartió este Manifiesto importante sobre Humareda y que a continuación transcribo (José Córdova):
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MANIFIESTO RESIDENTE:

En el libro que la Galería Moll le dedica a Víctor Humareda, curiosamente está consignado que, el gran maestro, en su infancia, había sido cuidado por Don Juan Herrera. La noticia no dejó de serme grata aunque yo estuviera al tanto por boca del propio maestro de su relación especial con mi familia. Sí pues. Es cierto que mi abuelo Don Juan Herrera cuidó de algún modo la infancia de Víctor Humareda. Es cierto que tuvo dos hijas, René y Carmen Herrera con la señora Gallegos madre de Víctor. También es cierto que Humareda creció con mi padre, tenían la misma edad y jugaban en el río de Lampa. Ambos estaban encantados con París, el uno con los impresionistas y el otro con las novelas de Eugenio Sue.

Yo conocí a Humareda en la casa de Víctor Delfín en Barranco y desde entonces caminábamos por Lima probando postres y hablando de nuestros paisanos. También lo acompañaba a La Nené de la avenida Colonial donde él no probaba ni una gota de alcohol. En su habitación del Hotel Lima tenía un retrato enmarcado de su madre al lado de la cama, un cajón con trapos coloridos para limpiar pinceles, y un ropero estrecho. El Gran Maestro me dibujaba con palabras su idea de hacer del puente de Lampa una hermosa terraza con sombrillas y café, una postal del impresionismo con luces de Degas y temores de Toulouse Lautrec. Yo imaginaba un malecón a orillas de esa parte del río. Un paseo que reflejara esas aguas.

Pasado el tiempo veo que Lampa no cuenta con la obra de Víctor Humareda. La placa que señala la casa de su nacimiento está borrada. La casa todavía no ha sido expropiada por el municipio para hacer en ella una casa museo. Que es lo propio. La manera de cuidar la obra de un gran pintor. Que no se nos vea a los lampeños como sirvientes del turismo sino como a personas generosas y cultas que cuidan su arte y sus artistas.

Vladimir Herrera
27 de noviembre de 2008
Primer Encuentro de Escritores

4.12.08

SEMINARIO ANUAL: “EL PROBLEMA DEL PSICOANÁLISIS”


Mañana viernes 5 de diciembre en la avenida Estados Unidos F-1 (a un costado de la pizzeria Presto) se realizará el Seminario Anual “El Problema del Psicoanálisis”, la cita es a las 10:00 a.m., y el ingreso es totalmente LIBRE.
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Organiza: ECLA (Nueva Escuela Lacaniana de Arequipa). Para obtener mayor informción, escribir a: psicoanalisislacanianoarequipa@gmail.com

3.12.08

RONALD COMPANOCA: EXPOSICIÓN DE PINTURA EL VIERNES 5 DE DICIEMBRE!!!


Holaaaa a todos, les escribo para avisarles que mi exposicion de pintura “MÁGICA TRAVESÍA” será inaugurada el dia viernes, 5 de diciembre, en el Centro Cultural Cháves de la Rosa de la Universidad Nacional de San Agustín, esquina de la Calle Santa Catalina con la Calle San Agustín. Todo comenzará a partir de las 7:30 p.m. Aquí les mando un adelanto (vea la imagen).

Jajaja, atentamente: Ronald Companoca.

2.12.08

ESPAÑA: MUJER E INDEPENDENCIAS IBEROAMERICANAS


En Casa de América de Madrid - España, se llevará a cabo el I Encuentro Internacional: La mujer en las Independencias Iberoamericanas el dia martes 9 de diciembre de 2008.

La Asociación cultural La Mirada Malva, bajo el auspicio del Ministerio de Cultura, Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas y el apoyo de la Comisión Nacional para la Conmemoración de los Bicentenarios de la Independencia de las Repúblicas Iberoamericanas y Casa de América de Madrid, organiza el I Encuentro Internacional sobre La mujer en las Independencias Iberoamericanas.
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Mayor información, escribir a mavazquez@miradamalva.com

22.11.08

JIMMY MARROQUÍN LAZO Y LA POÉTICA DEL ALBATROS


Por: Carlos Eduardo Quenaya

Hay poetas que hacen de la contención verbal y de la concisión estilística la cincelada cifra de su materia creativa; escritura que sometida al rigor del aliento artístico corre el riesgo de la extenuación y el silencio. Asimismo, otros poetas construyen su obra a partir de la opulencia imaginativa y de la ruptura del recipiente poético, ensayando versos que actúan como una corriente abrasadora cuyo principal peligro se halla en el despilfarro y el aderezo. A esta segunda especie de poetas pertenece Jimmy Marroquín Lazo. Ya en su primer libro, Dinámica del Fuego, Marroquín demostraba talento para el encabalgamiento lujoso y la exuberancia simbólica. No obstante, es en su segundo libro —Teoría angélica— donde Marroquín desarrolla mejor las posibilidades de su dicción, decantando su discurso a través de ciertas presencias poéticas modeladoras.

La edición de Teoría angélica ha tenido un proceso singular. Libro ganador del Copé de Plata en el 2002, esta edición reúne dos conjuntos poéticos que son susceptibles de una lectura en paralelo a la versión publicada por el autor en el 2006, edición que además de suprimir toda la segunda sección del poemario del 2002, añade una significativa cantidad de poemas que nos informan mejor de la voluntad de composición de Marroquín.

Nuestra lectura, entonces, deberá ceñirse a la referida segunda edición. El primer poema del libro “Balada para un ángel” pone de manifiesto la precariedad de la expresión poética. La permanente semiosis del discurso literario impide al yo poético asumir una actitud ingenua frente a lo que enuncia, haciendo problemática la emisión del discurso: El tiempo alterará el sentido de lo que digo/ y de lo que no digo también, con fingida benevolencia,/ trastocará palabra por otra, búsqueda por carencia,/ allí donde todo es visible impondrá levedad…

Animados por cierto hálito épico, en adelante los poemas tornarán una y otra vez sobre el tema de la creación y la compleja condición del artista. Así, serán numerosos los textos titulados “Teoría angélica” y “Balada para un ángel”, reforzando de este modo la imagen unitaria del poemario. El sujeto de enunciación se representará constantemente como un ser alado incapaz de volar, cuya identidad poética se advierte en continua descomposición, como en el poema “Autorretrato con siete dedos”: Aquí/ inerte/ me miro/ ajeno/ y me desdoblo/ en pos/ de ese otro/ que asume cómodo/ —ah espía intruso,/ ah vigía insaciable que no miro—/ la dudosa identidad/ que me condena/ a ser/ Otro/ Nadie/ Máscara de aire/ y muchos/ muchos dedos. En este mismo sentido, pensamos que es particularmente significativa la tercera “Teoría angélica” del conjunto: Estas alas que aquí veis crecen en mi cuerpo/ y no en el vuestro/ como rugosos alegatos de voces que amo, ignoro y no entiendo;/ estas alas calcinadas/ remedo de mis entrañas de madera, baten el aire inútilmente,/ ensayan levantar el vuelo, revolver la niebla con taimado yerro/ pero tan tiesas chamuscadas sin embargo…

Estos versos nos remiten casi inmediatamente al poema más famoso de Baudelaire: El albatros. El poeta no ostenta sus alas, pues constituyen —por el contrario— motivo de irrisión y zozobra. Leamos un fragmento del poeta francés: Apenas los arrojan allí sobre cubierta, /príncipes del azul, torpes y avergonzados,/ el ala grande y blanca aflojan como muerta/ y la dejan, cual remos, caer a sus costados./ ¡Qué débil y qué inútil ahora el viajero alado!/ Él, antes tan hermoso, ¡qué grotesco en el suelo!...

Marroquín se instala en la moderna tradición poética baudelaireana retomando y potenciando simbólicamente la imagen del poeta-ángel-albatros. Así podemos comprender mejor esta propuesta que se nutre del barroco hispanoamericano a través de Lezama Lima y de poéticas cuestionadoras de la propia actividad literaria como la de Enrique Lihn o la de José Emilio Pacheco.

Si bien creemos que Teoría angélica supone un paso adelante en la obtención de un lenguaje propio y de una concepción poética personal, es necesario señalar que no alcanza, como esperábamos, una regularidad expresiva a lo largo del libro. Una carga adjetival excesiva en los poemas menos logrados nos sugiere más la realización de ejercicios de estilo que de aciertos creativos. A su vez, la recurrencia de los mismos tópicos, sumada a la repetición de los títulos que referimos líneas arriba —aun cuando configuran la unidad del poemario— le confiere también un carácter redundante y monotemático.

Es misión de cada poeta luchar contra sus dones y buscar en los límites de sus posibilidades nuevas versiones de sí mismo. Creemos que la pugna de Marroquín consistirá en demostrarnos que los años pueden volvernos más severos con el arte y más atentos a las concesiones literarias, con el objetivo de marchar siempre a favor por el pedregoso camino de la poesía.

Teoría Angélica, 63 pp.
Jimmy Marroquín Lazo
Lago Sagrado Editores, Lima, 2006

15.11.08

ENRIQUE VERÁSTEGUI REAPARECE CON NUEVO LIBRO: "TEORÍA DE LOS CAMBIOS"


Uno de los más grandes poetas peruanos de los últimos tiempos, Enrique Verástegui (Lima, 1950), vuelve a la escena local con un nuevo texto que ya se encuentra en la imprenta bajo el nombre de “TEORÍA DE LOS CAMBIOS”. Este poemario saldrá en coedición de los sellos editoriales Sol Negro de Lima y Cascahuesos Editorres de Arequipa, y estará en circulación a partir de entre fines de noviembre y los primerso días de diciembre. Aún no hay datos de la cantidad de páginas o el diseño de portada, pero sí, como adelanto del libro, estos dos poemas que a continuación publicamos:
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MAITREYA

Me he sentado a esperar la vejez.
No pienso ni hago nada hasta que llegue otra generación
a desempolvar el brío, los libros dorados, las matemáticas,
el cuerpo, el alma, el universo,
todo ese conocimiento sepultado por el rencor,
la gnosis que demuestra que lo infinito
está en lo finito
donde está, realmente, el universo.

Florecí más que nadie
pero perfidia cayó sobre mí,
doblándome como una flor,
herrumbrándome, y fui silenciado.

Maitreya pasó desapercibido como una sombra por la vida, no dan ganas de llorar?


POESÍA PARA SEÑORITAS
-----------------------------------------------a Vanessa, mi hija científica

Cuando leas poesía
aprende a distinguir lo Verdadero de lo Falso
no todo lo que está bien escrito es Verdadero
y todo lo mal escrito es necesariamente Falso
el Criterio de Verdad es lógica impecable
Falsedad es absurdo más allá de cualquier palabra
así si distingues Verdad de Falsedad
serás una Princesa consorte, comerás uvas frescas
y acertarás cuando leas poesía.

10.11.08

NOTA DE ODI GONZÁLES SOBRE EL CAFÉ AYLLU DEL CUSCO


Queridos amigo(as): el legendario Café Ayllu del Cusco esta a punto de ser cerrado para que en su lugar funcione un Starbucks Cafe. Pienso que el hecho de estar viviendo en Nueva York no me excluye —como puede pensar alguien— de una situación así. Comparto con ustedes esta nota que escribí y que salio publicada en el diario peruano La Republica de ayer domingo:

«Hemos leído en el suplemento Domingo el reciente reportaje sobre el posible desalojo del Café Ayllu, en Cusco, y es como si hubiera recibido un latigazo en la nuca.

En las punas de Cusco, durante las heladas, vi languidecer carneros blanqueando los ojos. Nadie los socorría en aquellos páramos. Sólo la niebla los cubría con su frazadilla ligera. Y ese desamor, la lobreguez que cunde al reparar que algo se acaba de la manera más deplorable, es lo que siento ante esta situación.

En el Ayllu recitábamos El Credo en Quechua con mi compadre Pancho Atawpuma, de Q'eros, ante un celestial ponche de habas con ayrampo. Fue allí donde develamos con el pintor Luis Palao Berastain sus dibujos que acompañarían la edición bilingüe de la poesía de Kilku Warak’a. Allí, en el Portal de Carnes, corregí mis poemas sobre los lienzos de la Escuela Cusqueña y, entre los concurrentes mestizos, presentí al Anónimo de La Catedral, al Maestro de la Compañía. Desde allí, con Ricardo Valderrama y Oswaldo Chanove, escuchamos el tañido de la María Angola que se oye a cinco leguas a la redonda. Y allí conocí, de chico, a Luis Figueroa —pionero del cine peruano— con esa estampa de sonero cubano, y a Raúl Brozovich, poeta, viejo arcángel cascarrabias. Y allí, el pintor Manuel Gibaja —subrepticiamente sentado detrás del mostrador de maicillos— solía bocetar los rostros más subyugantes. Y es del Ayllu del que le hablé al poeta José Emilio Pacheco que, finalmente, aceptó la invitación de ir a Cusco. Le conté que junto a la Basílica Catedral había un café frecuentado por los feligreses del orbe. “Es nuestra Catedral” le dije.

Y ahora, cerrarán el entrañable Ayllu para rentarlo a un café transnacional.

Es legítimo que la arquidiócesis —dueña del local— quiera acrecentar sus caudales. Y yo no soy nadie para descolgar el zurriago con el que Jesús echó a los mercaderes. “¡Más valdría, en verdad, que se lo coman todo y acabemos!”, diría Vallejo. Pero no.

Como un peatón más de la Cuesta de los Afligidos, invoco al arzobispo y a sus adjuntos todopoderosos; al Señor de Los Temblores, humilde y desabrigado: no cierren el Ayllu, sus señorías; te lo pedimos, Señor».

Traten de difundirla, un abrazo, Odi Gonzáles.

8.11.08

BEDOYA Y CATALINA: 4 CUENTOS CORTOS (1)



· DARWIN BEDOYA (Moquegua, 1974):
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¿QUIÉN LLEGA EN LAS NOCHES?
A Giovanna

Apareció intempestivamente en el salón oscuro de la casa. Encendió el equipo de sonido. Puso en la bandeja un CD con una canción muy celebrada y empezó a reconocer el lugar. Traía un cuerpo maltrecho, casi inconcluso. En realidad era un despojo. Aunque las zapatillas estaban bastante nuevas, pero sus ojos no lo sabían; aún así pretendió mirar a todos los lugares hasta donde sus ojos le podían ayudar. Al rato encontró dos vasos whiskeros y el Jack Daniel’s al punto, sirvió en los vasos y luego se reclinó en el sillón de la esquina que tenía un decorado Kitsch, le dio un par de sorbos a su trago, dejó la copa vacía sobre una mesita que estaba entre los sillones. Puso las rosas al costado de la botella y sólo entonces decidió regresar. Le bastó caminar de prisa y atravesar la puerta que siempre estuvo cerrada.

Ahora que han pasado más de cien años, piensa volver nuevamente, por el recuerdo, por la música, por el lugar, por el reencuentro, por el Jack Daniel’s, casi por todo; sólo que esta vez hay un pequeño detalle: la casa no existe y ella tampoco.
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PLAZA DE ARMAS
A A. M.

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Era una clara señal de ejemplo. Daba la sensación de una increíble puntualidad; todos los días, antes de la salida del sol, la estatua ya estaba allí.


· FILONILO CATALINA (Puno, 1974):
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HISTORIA DE UNA HOJA



Esta era una hoja en blanco.


LEUZEMIA
No sé
si quererte con un puñal
o con una flor en las manos
con un puñal al menos sabría que estás viva.


Cuando despertó, lo primero que notó fue su ausencia, y volvió a hundir su rostro entre las almohadas, volvió a sentir esa amargura que, en una especie de masoquismo, disfrutaba —o aprendió a disfrutar desde hacia ya dos años—. Prendió la radio, se puso de pie y vio el mismo rostro frente al espejo, pensó que hacía demasiado frío para bañarse ese día y repitió el acto mecánico de todos los días: agarró el bisturí que había cambiado hacia dos semanas y se hizo un fino corte de forma horizontal, aproximadamente un centímetro en el costado izquierdo; luego se miró ese lado del cuerpo y mientras se pronunciaba un hilo de sangre recordó que era domingo y se volvió a tender en la cama; cerró muy lentamente los párpados y con las yemas de sus dedos repasó e intento contar una a una las cicatrices en la parte superior de su cuerpo. Cuando perdió por quinta vez la cuenta miró lo que alguna vez fuera una fotografía y con una dulce amargura hizo una raya más sobre aquella imagen desfigurada que pendía en la cabecera de su cama; en ese momento, cuando terminó de rasgar la fotografía, con el mismo bisturí que se había hecho el corte, le asaltó la repentina angustia de ¡qué iba a suceder cuando no quede ya más espacio en su cuerpo!; y se llevó una ves más los dedos sobre esa parte que aún quedaba intacta de su cuerpo.
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* Los textos de Darwin Bedoya han sido reproducidos de Aunque parezca mentira (Juliaca, Grupo editorial Hijos de la lluvia & LagOculto editores, 2007); y los de Filonilo Catalina, el primero es inédito, mientras que el segundo apareció en una primera versión en La canción de la cucaracha (Arequipa, Triángulo ediciones, 2003). En la imagen: Otro mundo de M. C. Escher.
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